Atardecer



Las horas transcurren con lentitud, cada paso dado es un punto a mi favor, nunca pensé llegar a este momento, donde la vida te da una nueva oportunidad y la única felicidad que necesitabas está lejos de cualquier materialismo o enlace amoroso; está en uno mismo, en amarse cuando despierta, cuando el sol brilla en el rostro, cuando la lluvia recorre cada centímetro y estás dispuesto a crear un nuevo libro.

Inauguro esta nueva etapa personal donde la vida tiene sentido, donde las cartas escritas desde el inframundo han sido ya enviadas y se perdieron en el firmamento, donde lancé los papeles al viento y me di cuenta de la visión de un universo ideal si uno se lo propone.

Solo se trata de amarse a uno mismo, resguardando tu terreno evitando que alguien venga a usurpar los frutos que des, puedes dar sentido a todo si hay perdón en el corazón, si decides olvidar cada herida, curarla con polvo estelar, aguardar al amanecer y darte por entendida de lo venidero.

Gracias a todos los que esperaron este día mágico, he dado un primer paso, no he necesitado de pastillas, terapias o ningún tipo de internamiento, solo soy yo – Ali – contra el mundo. La valentía la saqué de las entrañas, las fuerzas del alma, el coraje de una garganta casi seca, el amor lo puse en un frasco inquebrantable, mi paz está aquí, y esa paz soy yo. 

Tocan a la puerta, son ellos, quienes me acompañaron por esta temporada, no necesité de una mansión en la colina más alta para ser feliz, ni tener el mundo a los pies; fue ese momento donde recibí al diablo en mi ventana y lo enfrenté con mi silencio. Otros se encargaron de ello, y siguen resguardando mi camino para siempre.

Falta poco para la primera presentación con mi grupo de danza, falta poco y las vacaciones de trabajo se acaban, solo son días que pasarán y deben ser aprovechados al máximo. Odio las rutinas, pero he aprendido a buscar el oro donde solo hay piedras, mi pensamiento es el mismo.

Hoy atardece como un presagio, el sol entibiando mis brazos semi pálidos, vistiendo una camisa negra, jeans azules, zapatillas rojas, corriendo a ver el mar, soy infinitamente feliz. Pongo mis manos hacia el cielo, mis dedos dibujan las nubes, una sonrisa se marca para siempre en el rostro, de aquí, a siete mil millones de vidas más. No espero un regreso, espero una realidad, mi realidad, mi vida, mi camino, mi sentir.

Sonrío y termino de escribir, ya es tarde, el placer de mi vida ha iniciado y el escenario me aclama, ¿listos para la gran aventura? Let’s do it.

Comentarios

Entradas populares