Recordando
Luego de darme cuenta de los temas
que abarca la coyuntura - que van más allá de una política inundada de dimes y
diretes - analicé quien es quien en este mundo, cómo un puñado de dólares en
mano puede cambiar tu camino y a veces tu forma de ser, dejas de ser tu esencia
fundiéndote en la banalidad o egocentrismo. Hoy revisando las notas que llegan
día a día en redacción caigo en cuenta que hechos como el pedido de Promsex en
revisar la ley de despenalización del aborto en casos de violación, protestas
contra el bypass en la avenida 28 de julio, rescate de perros abandonados o
conmemoración de los caídos en el holocausto, hacen que ame mi carrera y no
arrepentirme de esta decisión que – a pesar de las críticas – me da de comer
cada mes. No hay nada más placentero que comprarme una salchipapa o pollo
‘broaster’ en la esquina de mi casa cada fin de mes con este sueldo; esas
amanecidas, excesos de sueño y vida
bohemia que me invade, vale la pena.
No quiero dejar de lado un hecho
muy importante citado líneas arriba, la conmemoración de la muerte de más de 6
millones de judíos en el holocausto hacía los años 30. La maquiavélica
ideología de Adolf Hitler, autodenominado el ‘Führer’, sus secuaces, las miles
de almas inocentes, llanto, frustración y sueños rotos; todo combinado en una
atmosfera de guerra que quedaría para la posteridad. Esa es la clave de todo:
el futuro, cómo las generaciones verán este suceso que a mi parecer – y
modestia aparte – marcó mi infancia tras leer una enciclopedia Lexus que mi
padre me había regalado por mis 7 años; “esta niña hiperactiva debe leer y
dejar esas tonterías del baile, eso no le conducirá a nada”, rezó un día. Hoja
tras hoja me comía las palabras técnicas y términos que me llevarían a decidir
años después mi carrera y única pasión, el periodismo.
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